El tiempo no pasará
Desde que estamos rodeados y la comida escasea nada es igual que después. El tiempo empezó a hacer cosas raras dentro de un año, o hace dos, no sé, he perdido la cuenta. Ayer dijeron que en el futuro arreglaran lo del magnetismo, nadie se lo cree porque si ayer vuelve a ser pasado mañana los recuerdos serán previsiones y vuelta al bucle. Ahora, hace un rato, eran las cuatro. He ido a la cocina me he puesto un aguachirri y son las ocho. No sé si irme a dormir o desayunar. Me siento viejo y me crece el pelo en la coronilla. El otro día se murió el del séptimo y hoy estaba de parranda. Bueno, parranda, tocando la guitarra, que cada vez la toca peor. Eso no lo arregla el tiempo. Lo del espacio mejor no comentarlo. No salgo de casa más. Después de tardar dos días en cruzar el pasillo con el andador estaba al principio otra vez y tenía catorce años. Lo sé por los granos. Es muy cansado tener catorce años, menos mal que duro poco. Ahora debo rondar los cincuenta, me duelen las rodillas al subir las escaleras. Unas veces no se acaban nunca y otras no, o sí, o que sé yo. Lo peor es la gazuza. Lo de la logística se fue a tomar por culo cuando lo de los misiles. Los tiraron hace seis años, según la IA de los ingleses que la de los japoneses desmiente, y unos cayeron en el siglo trece y otros andan por ahí que no saben si van o vienen. Un día vamos a tener un disgusto. Se pasa pronto, también es verdad. Lo mejor de este desastre es que te aparece por sorpresa quien menos te esperas. En el telediario de mañana entrevistaron a una señora que tenía veinte años en 1521, ahora tiene trece y acaba de sacar un disco de grafeno. Vamos, no me joder. Plantas fréjoles y cuando los vas a echar al cazo están otra vez en la mata. Mira que lo decían los científicos, no tocar ahí, que la física es muy suya. Pues nada, ni caso, que si son todo beneficios que si hostias en vinagre. Esto no lo arregla ni dios. Desde que estamos rodeados y la comida escasea nada es igual que después. El tiempo empezó a hacer cosas raras dentro de un año, o hace dos, no sé, he perdido la cuenta. Ayer dijeron que en el futuro arreglaran lo del magnetismo, nadie se lo cree porque si ayer vuelve a ser pasado mañana los recuerdos serán previsiones y vuelta al bucle. Ahora, hace un rato, eran las cuatro. He ido a la cocina me he puesto un aguachirri y son las ocho. No, las once. Iba a poner una película que he visto doce veces y ahora empieza por el final, que quita todo el misterio. Los cuerpos de seguridad del estado no saben si matan o espantan. Los hay decimonónicos con el renault 4 y otros que van en drones solares. Lo mismo da, los llamas y cuando llegan los ladrones ya están en otra década, palante o patrás. Vamos, no me joder. Plantas fréjoles y cuando los vas a echar al cazo están otra vez en la mata.
Comentarios
Publicar un comentario